Mi hermana Piluca me regaló hace tiempo un gato para sujetar las puertas y como tengo que hacer un par de regalos a dos hombres de mi grupo de senderismo, he pensado que estaría bien hacerles uno.
El negro no ha salido tan gracioso como el marrón y rojo y además me he dado cuenta de que la tela está un poco feucha, así que se lo regalaré a mi hija mayor, María, que el otro día, estando en su casa, la puerta de la cocina dio un portazo tremendo y haré otro para regalar
Como sabéis yo reciclo y el negro es de unos pantalones de mi hija Marta y el otro es de retales que me dieron en una tienda